viernes, 26 de febrero de 2016

El Poder de la Abrazoterapia, la mejor medicina.

 La piel posee receptores sensitivos que envían señales a la corteza Para los humanos, el contacto físico es una necesidad, una fuente de bienestar, los hace sentir protegidos, amados y reconocidos. Un solo abrazo desencadena reacciones químicas en el organismo que ayudan a reducir el estrés y a formar lazos emocionales con los demás. Un abrazo puede ser crucial entre la vida y la muerte.

Durante la Segunda Guerra Mundial se crearon albergues para los pequeños que habían perdido a sus padres en el campo de batalla. Las enfermeras los bañaban, vestían y alimentaban; sin embargo, muchos pequeños morían.

Los especialistas que analizaron dicho fenómeno concluyeron que una de las causas de los fallecimientos era la falta de contacto físico estrecho, porque los niños necesitaban abrazos, caricias y otras expresiones del amor materno para sobrevivir.

Algunos investigadores consideran que para muchos mamíferos las primeras experiencias táctiles son fundamentales, ya que cuando la piel del recién nacido es masajeada, los impulsos sensoriales llegan al cerebro y despiertan los centros respiratorios y otras funciones vitales.

Cerebral. Este mecanismo permite percibir el frío, el calor, una caricia, un apretón, cosquillas, pellizcos y si una superficie es suave o áspera.

 “Cada zona del cuerpo está representada en la corteza cerebral: los párpados, las orejas, los pies, los órganos sexuales, las piernas, la nuca y demás; por eso, donde nos toquen vamos a sentir; aunque hay partes de nuestra anatomía, como las manos y los labios, que ocupan un mayor espacio en la corteza cerebral y por lo tanto, son más sensibles a los estímulos”, explica la doctora Georgina Montemayor, académica de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.

Con ayuda de la resonancia magnética, un instrumento que genera imágenes del cerebro funcionando, los científicos han observado que al recibir un abrazo, un apretón de manos o una caricia, éste libera una sustancia llamada oxitocina, la cual permite el apego, es decir, aquello que nos hace buscarnos unos a otros.

 “Cuando disfrutamos la compañía de alguien sin que exista enamoramiento o atracción sexual, es porque al estar cerca de esa persona o al abrazarla liberamos oxitocina, la cual también nos permite sentirnos relajados, ya que disminuye los niveles de cortisol y adrenalina, las hormonas del estrés”, agrega la especialista del Departamento de Anatomía de la FM.
Sin embargo, no experimentamos lo mismo al estrechar a un recién conocido que a un amigo entrañable. Algunas investigaciones explican que al estar en contacto con un ser querido, los receptores sensitivos de la piel envían señales que no sólo llegan a la corteza cerebral, sino que pasan al sistema límbico, la zona del cerebro encargada de regular las emociones. Durante este proceso se produce la oxitocina y, con ella, la agradable sensación de un estrecho vínculo afectivo.

¿Para qué sirven los abrazos?....

El Instituto de Investigación sobre el contacto de la Escuela Universitaria de Medicina de Miami, Estados Unidos ha realizado más de 100 estudios sobre los efectos del contacto en la recuperación de la salud. De acuerdo con sus resultados, el abrazo, las caricias y el contacto tienen un efecto altamente positivo, por ejemplo, en la mejor y más rápida recuperación de los bebés prematuros, en el incremento de la analgesia en pacientes con dolor, en la mejoría de los niveles de glucosa en niños con diabetes y en el sistema inmunológico en pacientes con cáncer, entre otros efectos constatados.

 El doctor David Spiegel de la Universidad de Stanford California, Estados Unidos es pionero en observar la correlación entre mayor longevidad y apoyo terapéutico grupal en mujeres con cáncer metastático de mama. Según sus investigaciones, el abrazo como soporte afectivo mejoraba la calidad de vida y disminuía el dolor de muchas pacientes. Pero lo más revelador es que ha demostrado que el dolor no sólo se redujo en 50%, sino que las pacientes vivieron el doble (las mujeres del grupo de control vivían un promedio de 18.9 meses, en tanto que las del grupo que recibía terapia de apoyo vivían 36.6 meses).
"La oxitocina es un neuropéptido que está estrechamente relacionado con el parto y la lactancia, y un estudio reciente muestra que tiene un papel biológico en la unión entre la madre y el bebé", dice.

"El estudio, dirigido por Lane Strathearn, una profesora asistente de pediatría en el Baylor College of Medicine, muestra que las mujeres criadas con poco apego son más propensas a tener dificultades para formar relaciones seguras con sus hijos (y socios)."
Así que ya lo sabes, anímate a practicar la abrazoterapia, gracias a ésta te sentirás seguro, protegido, feliz y fuerte. Además, con una actitud positiva lograrás cumplir con éxito todas tus metas.

 Y tú, ¿qué tan seguido abrazas a los que quieres?

Roxana Estefania Guzmán Ortega.
Servicio Social.

viernes, 19 de febrero de 2016

Bullying ¿Cosa de niños?

En la década de 1970, Dan Olwens, denunció el maltrato y los abusos como una práctica común entre compañeros en las escuelas noruegas, y se le denomino bullying

El bullying, es equivalente al acoso escolar, hostigamiento escolar o violencia escolar y se refiere a cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado

Mendoza (2011) señala que, el acoso escolar es un forma característica y extrema de violencia escolar; es una especie de tortura, metódica y sistemática, en la que el agresor somete a la víctima, a menudo con el silencio, la indiferencia o la complicidad de otros compañeros. 

 CARACTERÍSTICAS
 
•    Acción agresiva e intencionalmente dañina.
•    Se produce en forma repetida.
•    Se da en una relación en la que hay un desequilibrio de poder.
•    Se da sin provocación de la víctima.
•    Provoque daño emocional

MOTIVOS
 
Entre los motivos que pueden influir en las conductas o comportamientos violentos de alumnos se encuentran:
•    Familias disfuncionales.
•    Acciones incongruentes de los padres.
•    Castigos físicos y/o emocionales exagerados o injustos.
•    Alcoholismo y drogadicción.
•    Violencia intrafamiliar.
 
¿SUCEDE EN EL ÁMBITO UNIVERSITARIO?
 
La respuesta es un lamentable SI, en el contexto de la universidad adquiere diferentes formas de expresión, más que un acoso en términos físicos se presenta a manera de intimidación, a través de críticas destructivas, burlas, bromas, etc., actualmente también se vive a través de los medios tecnológicos.

Tal como lo refiere el investigador Claudio Carrillo Navarro, que en el 2014 realizó una investigación en la Universidad de Guadalajara, arrojando datos interesantes como que: el 26.9% de los estudiantes reconocen haber insultado en redes sociales; 5.8% reporta haber amenazado a otro; 26.1% haber ridiculizado; 13.8% que ha escrito palabras ofensivas en el muro de un compañero; y 8.5% que ha robado contraseñas.



Es así que el término intimidación o acoso adquiere un nuevo significado, es una acción violenta, distinta de las peleas, incluye desde ofensas sutiles hasta la violencia física, de forma reiterada, no son agresiones esporádicas, sino acciones repetitivas y permanentes.

Hay diversas conductas que son consideradas dentro de la clasificación de bullying, siendo bloqueo y exclusión social, hostigamiento, manipulación social, coacción, amenaza a la integridad, abuso físico, verbal, emocional y sexual; bullying entre hermanos y ciberbullying.

Además, estás acciones adquieren un carácter público, ya que se realizan frente a un sinfín de testigos, que favorecen la permanencia de este tipo de violencia. Mendoza (2011), indica que siempre van a intervenir tres sujetos: agresor, víctima y testigo, lo que se ha llamado Triángulo del bullying, los actores pueden ser activos o pasivos.




 


CONSECUENCIAS

En su mayoría son negativas y que afectan tanto al individuo como a la institución, Carrillo (2014) refiere que suele suceder que las víctimas pasan a ser agresores como un mecanismo de defensa y protección, generando un círculo de violencia interminable.
Se agregan otros efectos como, bajo rendimiento y deserción escolar, se obstaculiza el proyecto de vida, estrés postraumático, baja autoestima, sentimientos de culpa y desamparo, desesperanza, aislamiento social, depresión, angustia, ansiedad; síntomas psicosomáticos, cefaleas, migrañas, náuseas, problemas de piel, hipertensión, trastornos del sueño y la alimentación, abuso de drogas y alcohol; siendo la más drástica, el suicidio.

Es así que, se rompe con el mito de que el bullying “sólo es cosa de niños”,  también está presente en el ámbito universitario, como refieren García, Moncada & Quintero (2013), quienes hacen un señalamiento pertinente, son una población desatendida, la razón, es que se les atribuye cierta madurez psicosocial, que nos hace tener la fantasía de que son “adultos” y que ya superaron esta fase de inmadurez, donde se ataca al compañero por efecto de un fenómeno grupal, lo cual no es más que una forma de minimizar o hacer invisible el bullying y creer que es parte del desarrollo de los muchachos.

¿Te identificas?, ¿sucede en tu salón de clases o plantel?, ¿qué rol juegas: víctima, agresor o testigo en actos de bullying?, ¿qué propones para generar un ambiente libre de violencia en tu universidad?


Lic. Brenda Yazmín Irazú Guillen Ortiz.
Coordinadora del Área de Desarrollo Humano Integral. 
Dirección de Desarrollo del Potencial Humano.